El proceso electoral de 2018 cerró diversos ciclos históricos: uno de 50 años, si se considera el movimiento de 1968 como arranque de la democratización; uno de 40, si se ubica en la reforma política de 1977 el inicio del camino hacia la pluralidad; o uno de tres décadas, si se considera a las elecciones de 1988 como el punto de quiebre de la transición. Lo cierto es que la democracia mexicana no nació el 1 de julio de 2018.