¿Ser padre soltero a los veintiún años?
Imposible.
Sin embargo, así era. Lukas Alba, el chico gracioso, irresponsable y algo gamberro, de pronto, se encontraba
solo con una niña de pocos meses a su cargo. Estaba aterrorizado. Pero cada vez que enterraba la cara en el
cuello de Mía y aspiraba profundamente descubría que su hija olía a vainilla, a galletas, a pan recién hecho,
a algodón de azúcar… a bebé.
Y sabía que daría la vida por ella.
Alexia no lo había tenido nada fácil hasta el momento. Necesitaba dinero y ese trabajo de niñera podía ser su
salvación. Lo conseguiría, aunque tuviera que mentir.
Con lo que no contaba era con caer rendida ante toda esa dulzura, esa personalidad maravillosa y esos
preciosos ojos azules.
Sí, Mía tenía los ojos de color aguamarina. Y Lukas también.
ESTA NOVELA ES AUTOCONCLUSIVA Y PUEDE LEERSE DE MANERA INDEPENDIENTE
Dicen que si encuentras a la persona correcta solo hacen falta unos segundos para enamorarse. Y Jorge y
Juls eran la prueba de ello. Un cruce de miradas en un bar de copas, la arena, el mar, el sol… Y surgió la
magia entre ellos.
Todo era perfecto hasta que el caprichoso destino llegó para inmiscuirse en su felicidad. De pronto, su preciosa
historia de amor pasó de significarlo todo a convertirse en la nada, diluyéndose como las olas difuminan las
huellas de las pisadas en la arena.
¿Puede uno enamorarse de la misma persona dos veces?
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Había muchas cosas de las que Diego no estaba seguro en la vida, pero sí tenía claro que enamorarse de
Iván era un gran error. Por dos razones. La primera, y quizá la menos importante, porque era demasiado joven
para él. Diego tenía veintiocho años e Iván solo veintiuno. Y la segunda —y esa sí que era decisiva—, porque
Iván era heterosexual.
Iván llevaba mucho tiempo viviendo una mentira para poder sobrevivir, pero cuando su realidad saltó en
pedazos y su vida dio un giro de ciento ochenta grados, lo último que esperaba es que fuera Diego, el hermano
mayor de su mejor amigo, el que estuviese ahí para apoyarle de un modo incondicional.
Dicen que los polos opuestos se atraen, ¿será cierto?
Descúbrelo en esta historia llena de ternura, complicidad y AMOR del bueno.
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