El protagonista de esta novela es uno de los personajes más memorables de la literatura norteamericana: Ignatius Reilly –una mezcla de Oliver Hardy delirante, Don Quijote adiposo y Tomás de Aquino perverso, reunidos en una persona–, que a los treinta años aún vive con su estrafalaria madre, ocupado en escribir una extensa y demoledora denuncia contra nuestro siglo, tan carente de «teología y geometría» como de «decencia y buen gusto»; un alegato desquiciado contra una sociedad desquiciada. Por una inesperada necesidad de dinero, se ve «catapultado en la fiebre de la existencia contemporánea», fiebre a la que Ignatius añadirá unos cuantos grados más.
La conjura de los necios se hizo acreedora al Premio Pulitzer, y en Francia fue galardonada el año de su publicación como «la mejor novela en lengua extranjera».
«Una novela disparatada, bufa, rabelesiana y sorprendente, que rompe con los cauces habituales de la narrativa norteamericana actual. Una tragicomedia cósmica, cuya lectura hace alternar la carcajada y la angustia» (El País).
«Irresistiblemente divertida, una comedia épica en la gran tradición de Cervantes y Fielding» (Monroe K. Spears).
«Este libro se ha reseñado en todas partes, y a todos los críticos les ha entusiasmado. Por una vez, todos tenían razón» (Greil Marcus, Rolling Stone).
A green hunting cap squeezed the top of the fleshy balloon of a head. The green earflaps, full of large ears and uncut hair and the fine bristles that grew in the ears themselves, stuck out on either side like turn signals indicating two directions at once. So enters one of the most memorable characters in recent American fiction.
The hero of John Kennedy Toole's incomparable, Pultizer Prize-winning comic classic is one Ignatius J. Reilly: 'huge, obese, fractious, fastidious, a latter-day Gargantua, a Don Quixote of the French Quarter. His story bursts with wholly original characters, denizens of New Orleans' lower depths, incredibly true-to-life dialogue, and the zaniest series of high and low comic adventures.'(Henry Kisor, Chicago Sun-Times)
'A masterwork of comedy'.The novel astonishes with its inventiveness; it lives in the play of its voices.''New York Times Book Review