La vida es una melodía y nosotros la vamos bailando o cantando. Dependiendo de nuestras elecciones, nuestro baile puede ser lento o tormentoso. La pena puede bloquearnos, pero la pasión por algo o alguien ayuda a que duela menos.
Miranda le da un repaso a su vida y le gusta a dónde ha llegado, el cómo, ya es otra cosa.
En esta novela vas a encontrar infinidad de referencias a Nueva York. Si conoces bien la ciudad y algo no concuerda con la realidad, es porque es una novela de ficción y está escrita con el corazón.